Hoy es el día mundial del Síndrome de Down. No es casual que el 21 de marzo se conmemore el Día Internacional del Síndrome de Down, ya que esta fecha tiene un significado especial: las personas con dicho síndrome presentan 3 cromosomas en el par 21, es decir, uno más.
El Síndrome de Down es una alteración genética que produce grados variables de diversidad funcional mental, y quienes la padecen son más propensos a tener problemas de salud. Hace un tiempo atrás los niños que presentaban éste síndrome morían a temprana edad, como consecuencia del desconocimiento o de la desatención. En la actualidad ya no es una enfermedad, sino una condición de vida en donde mediante una adecuada prevención se puede evitar a tiempo las implicaciones de salud.
Las personas con Síndrome de Down (niños, jóvenes y adultos), tienen la posibilidad de participar plenamente en la vida social: asistir a clases en colegios especiales o en aulas de integración, recibir una atención médica adecuada a sus necesidades, una formación profesional que les permita conseguir empleos adaptados a sus posibilidades y tener los medios necesarios para alcanzar el mayor grado posible de autonomía.
El futuro de las personas con síndrome de Down no es distinto que el porvenir que tienen otras personas con o sin discapacidad. La sociedad está en el deber de potenciar las oportunidades y estrategias necesarias para conseguir el pleno desarrollo de los derechos que nos plantea la Convención Internacional de las personas con discapacidad. Esos derechos no son diferentes a los de otras personas, pero debemos velar para que la sociedad no sea un entorno discapacitante sino integrador.
La inclusión es un "derecho" de las personas con discapacidad recogido por la ONU en la Convención Internacional que ha sido ratificada por la mayoría de los países alrededor del mundo.
Cinco Principios Básicos que deben orientar los temas relacionados con las personas con Síndrome de Down:
1. La dignidad y los derechos de las personas:
Porque una sociedad madura, fuerte, integradora y democrática es una sociedad que respeta los derechos humanos de todos y cada uno de sus miembros, y especielmente de aquellos más desprotegidos. Las personas con síndrome de Down tienen los mismos derechos y obligaciones que las demás personas y deben recibir el mismo trato.
2. Respeto y valoración de la diversidad:
En el ámbito de los valores sociales, la orientación basada en la dignidad y en los derechos de la persona se fundamenta en la idea de que la diversidad humana es un punto clave para toda sociedad, y que la política de abrir espacios a la diversidad es positiva.
3. No discriminación e igualdad de oportunidades:
Una sociedad civilizada debe luchar contra las desigualdades sociales y económicas, que tienen su origen, más que en las diferencias individuales, en la propia organización social.
4. Integración y normalización:
Las personas con síndrome de Down tienen derecho a una vida tan normal como los demás, accediendo a los mismos lugares, ámbitos y servicios, ya sean educativos, de empleo, de ocio o de otro tipo.
5. Participación:
Las personas con síndrome de down y sus familias han de ser partícipes de este proceso y de su vida. Para ello es necesario estimular su presencia y el desarrollo de organizaciones que defienden y canalizan su participación y representación.
Romper las barreras
El objetivo principal es llamar la atención de la sociedad para lograr romper las barreras de las personas con Síndrome de Down, brindándoles una mejor calidad de vida, con igualdad de oportunidades que el resto de la sociedad.
En esta fecha se propone contribuir a la integración y la igualdad de oportunidades de todas aquellas personas que presentan Síndrome de Down, destacando así sus habilidades y sus potencialidades.
A continuación la Convención Internacional de la ONU (y su Protocolo Facultativo) sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad (Diversidad Funcional):
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