Empresa y Derechos Humanos en el siglo XXI
“En nuestro mundo moderno las empresas deben ser parte de la solución y no del problema”
• La ex mandataria irlandesa Mary Robinson, actual presidenta de la organización internacional “Iniciativa para una Globalización Ética”, subrayó la importancia del compromiso empresarial en la defensa de los derechos humanos y su integración en la filosofía de las compañías.
• En el acto, organizado por la Fundación Carolina y la Fundació Fòrum Universal de les Cultures, contó con una nutrida representación empresarial y política, se han abordó la situación y los principales retos que tiene ante sí la empresa española en el ámbito de los derechos humanos.
• Adela Cortina, catedrática de Ética de la Universidad de Valencia y directora de la Fundación ÉTNOR, destacó la necesidad de introducir el respeto y la protección de los derechos humanos en el núcleo duro de las empresas.
En el Instituto Cervantes, ha tenido lugar el debate “Empresa y Derechos Humanos en el siglo XXI”, acto organizado por la Fundación Carolina y la Fundació Fòrum Universal de les Cultures, en el que se han abordado la situación y los principales retos que tiene ante sí la empresa española en el ámbito de los derechos humanos.
El acto contó con la participación de la ex mandataria irlandesa Mary Robinson, histórica defensora de los derechos humanos, Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (1997-2002), Premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales (2006) y actual presidenta de la organización internacional “Iniciativa para una Globalización Ética”; y Adela Cortina, catedrática de Ética de la Universidad de Valencia y directora de la Fundación ÉTNOR, institución que promueve el estudio, el desarrollo y la difusión de la ética económica y empresarial. La moderadora del debate ha sido la periodista Montserrat Domínguez.
Ambas ponentes resaltaron la importancia de los derechos humanos y su relación con la actividad empresarial desde un doble enfoque práctico: por un lado qué son los derechos humanos y cómo afectan a la actividad económica, y por otro qué hacen las compañías en su actividad cotidiana para respetarlos y promoverlos. Tanto Robinson como Cortina han coincidido en la necesidad de ayudar a las compañías, -grandes, medianas y pequeñas- a encontrar soluciones prácticas para integrar los derechos humanos en la misión y visión de las organizaciones. Ambas han señalado cómo las empresas están comprendiendo que apoyar las iniciativas relacionadas con los derechos humanos en las comunidades en las que operan significa no solo potenciar el desarrollo global sino también crear nuevas oportunidades.
Robinson ha señalado que las compañías deben alcanzar credibilidad social y demostrar su apoyo en la integración de los derechos humanos en la vida diaria de las empresas. Además ha indicado que el apoyo a estos derechos repercute en la propia organización generando una buena imagen de marca y reputación empresarial, fomentando la productividad, asegurando el compromiso de los accionistas, minimizando los recelos contra la instalación de las compañías y reduciendo los riesgos legales, entre otros beneficios.
La ex Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, ha destacado su admiración por las empresas pioneras en los derechos humanos, haciendo alusión a las compañías multinacionales que conforman la organización “Iniciativa de Líderes del Sector Empresarial”, que lidera. Como ha indicado, a ella pertenecen 14 empresas ultinacionales.
Por su parte, Adela Cortina ha subrayado que “las empresas deben tratar de respetar los derechos humanos y ayudar a protegerlos. Las compañías pueden hacer mucho, porque a más poder, más responsabilidad. Deben establecer relaciones con los gobiernos para cambiar las legislaciones que favorezcan los derechos humanos”.
Al debate asistieron, además de las dos ponentes invitadas, destacadas personalidades de la política y la dirección empresarial, como el ex presidente del gobierno español, Felipe González, la ministra de Igualdad, Bibiana Aído, directivos de empresas con intereses en América Latina, y varios ex ministros, entre otros. El coloquio estuvo moderado por el diplomático Carlos Westendorp.
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