Presentación de la declaración escrita “paz y desarme como derechos de la solidaridad”
La Asociación Española para el Derecho Internacional de los Derechos Humanos (AEDIDH) presentó una declaración escrita titulada “paz y desarme como derechos de la solidaridad” (A/HRC/12/NGO/30) ante el 12º período de sesiones del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas con el apoyo de 203 ONG de las cinco regiones del mundo.
El artículo 11.c de la Declaración de Luarca sobre el derecho humano a la paz indica “que los recursos liberados por el desarme se destinen al desarrollo económico, social y cultural de los pueblos y a la justa redistribución de los mismos, atendiendo especialmente a las necesidades de los países más pobres y de los grupos vulnerables, de manera que se ponga fin a las desigualdades, la exclusión social y la pobreza” .
las armas en general y las nucleares en particular, se utilizan principalmente como símbolos de poder, riqueza y soberanía, los Estados podrían desmantelar esta simbología cuando exista una revisión de los sistemas estratégicos de seguridad. La decisión de avanzar decididamente hacia un desarme efectivo supondría un cambio revolucionario en las relaciones internacionales, ya que el simbolismo antes mencionado sería progresivamente sustituido por el concepto de seguridad humana.
El derecho al desarme general y completo es parte del contenido jurídico del derecho a la paz, entendido éste como el derecho de todo ser humano a vivir en paz. La posesión, el despliegue y la amenaza del uso de armas afectan a la vida de las personas, ya que les impide la plena realización de su personalidad y dignidad. Por tanto, el derecho al desarme es no solamente un componente del derecho a la paz, sino también un derecho autónomo incluido en la lista de los derechos de la solidaridad.
Para mantener la paz y la seguridad internacionales, la comunidad internacional debería promover un desarme general y completo como un medio para lograr una paz justa, duradera y constructiva en el mundo.
La paz y la seguridad solo pueden alcanzarse mediante programas y políticas de desarme y desarrollo. Como consecuencia de la creciente interdependencia e interrelación entre las naciones, el multilateralismo debería proporcionar el marco internacional idóneo que lleve al desarme, al desarrollo y a la seguridad internacional. De lo que se deduce que los derechos humanos a la paz, el desarme y el desarrollo como derechos de la solidaridad, exigen la unión de intereses o fines entre todos los países del mundo, la cohesión social y la cooperación internacional para su total realización.
El exceso de armamento y gasto militar puede tener efectos negativos sobre el desarrollo, ya que pone en peligro la estabilidad y el bienestar al reducir la confianza social y económica, por lo que se debería destinar parte de los recursos liberados por el desarme y los acuerdos de limitación de armamentos, al desarrollo económico y social con la finalidad de alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), y en particular, a una educación pública de calidad que promueva la paz y la coexistencia pacífica.
El artículo 11.c de la Declaración de Luarca sobre el derecho humano a la paz indica “que los recursos liberados por el desarme se destinen al desarrollo económico, social y cultural de los pueblos y a la justa redistribución de los mismos, atendiendo especialmente a las necesidades de los países más pobres y de los grupos vulnerables, de manera que se ponga fin a las desigualdades, la exclusión social y la pobreza”.
El párrafo 9 del Documento Final de la Cumbre Mundial de Jefes de Estado de 2005 reconoció la vinculación entre paz, desarrollo y derechos humanos.
La perspectiva de género representa un enfoque diferente a las tradicionalmente complejas y políticamente delicadas esferas de la seguridad, el desarme, no proliferación y control de armamentos. La Declaración de Beijing y la Plataforma de Acción concluyeron que la plena participación de las mujeres en la toma de decisiones, la prevención y resolución de los conflictos y cualquier otra iniciativa de paz es esencial para lograr una paz duradera. Además, la resolución 1325 (2000) del Consejo de Seguridad sobre mujeres, paz y seguridad, reconoció la perspectiva de género como una estrategia global para promover la igualdad de género.
Documentos relacionados
Declaración. Version española
Declaration. English Version
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