una mujer vestida del sol, con la luna debajo de sus pies, y una corona de doce estrellas sobre su cabeza;
Fue un día de peregrinación en el Santuario de Fátima (Port), en un momento de oración en la Capilla o Capelinha de las Apariciones. Me siento muy afortunado por haber recibido esta gracia de nuestra Madre del Cielo, y quiero decirles que tod@s, si queremos, podemos recibir de la Virgen María las bendiciones que anhelamos!
Les comparto este testimonio que nos ofrece nuestra Madre, en tiempos tensos, convulsos, en momentos en que la humanidad transita sin un propósito común, en circunstancias donde las injusticias, la discriminación, la violencia, el desprecio y la falta de oportunidades, generan un escenario desolador.
La Virgen María nos brinda su amor y su gracia, la oportunidad de darle un nuevo rumbo al género humano, a quienes decidan volverle la mirada y entender su mensaje, a quienes desean sentirse amad@s, apreciar y valorar el gesto salvífico de su hijo Jesús.
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